Una mancha. Una mancha negra. Una enorme mancha negra. Una mancha que simboliza la avaricia y la deshumanización de nuestros tiempos, las cuales por desgracia, gobiernan nuestro mundo.

Una mancha negra, una mancha asesina, reflejo de la decadencia humana, reflejo de la situación económica y política, reflejo de nuestra decadencia. Una mancha que se expande, que nos viene a recordar nuestra inmundicia, que nos viene a escupir la conciencia.

Una mancha que es producto de nuestro infinito consumismo, de nuestro incesante egoísmo. Una mancha voraz, destructora, rapaz, diabólica.

Una mancha, una macha fragmentada en miles más, una mancha que ha originado guerras, una mancha por la que muchos han matado. Una mancha que contiene el oro de nuestros tiempos: Petróleo.

¿Sólo una mancha?

Hasta el momento se han derramado 9 millones de barriles de crudo, con una tasa de emisión de 800 mil litros diarios.

Por Vic Volta